Descripción
El ex SEAL de la Marina, capitán Crasswater fue hecho prisionero por la Guerrilla Warfare (GW) cuando servía en el Oriente Medio durante la década de los 90. Después de un fallido intento de rescate por el ST6 y el subsecuente encubrimiento por parte de los militares, la Marina estadounidense declaró muerto a Crasswater. Durante sus años de prisión, su patriotismo y su mantra de «Nadie se queda atrás» fueron dando paso a un amargo rencor por todo lo americano. Una vez armado y con un severo caso del síndrome de Estocolmo, Crasswater se unió a los Tramperos de la GW. Después de una serie de ataques contra embajadas de Occidente para ganarse su confianza, Crasswater se convirtió en uno de los activos más valiosos de la GW, aportando disciplina y organización militares a una caótica pandilla de luchadores rebeldes. En los últimos años, Crasswater ha formado nuevas células de la GW en ubicaciones no reveladas en toda la región de Centroamérica.
Solo para que no me olvides. Agentes de la Operación Riptide